lunes, 25 de mayo de 2009


Fue por los guantes por lo que tomé la foto.
Ya después vi las nubes oscuras, las blancas, las casas, los techos. El plástico negro que se ve un poco a la derecha, abajo, es parte de lo que cubre una gran jaula llena de periquitos del amor. son de mi mamá, yo casi los detesto.
Es invierno de 2009, Cananea, porche trasero de mi casa (su casa, dice la gente ¿cortés?)
El árbol seco mide más de cinco metros, es esbelto y le quedaron todos los arándanos que no alcanzamos.
Como si fuera la pantalla de una televisión, en una de las ventanas que se ven (allá), la segunda o tercera de izquierda a derecha, por las noches (muchas noches) se ve cómo una mujer cocina, afanosa, a toda luz, puedo afirmar aunque no me conste (no sé ni quién es ella a pesar de vivir en el mismo barrio) que trabaja feliz.

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